Rafael, el periodista
Rafael Guizado fue un columnista de opinión versátil y polémico. Se distinguió por su lenguaje sencillo, libre y llano, con rasgos de humor, y si el tema lo ameritaba con tonos irónicos. Abordó las materias que más le apasionaban y de las cuales tenía mayor conocimiento por sus estudios o experiencias.
Primeras experiencias: El Tiempo
Rafael Guizado se incorporó a El Tiempo (Bogotá) como encargado de análisis y opiniones sobre lo internacional, a través de la columna: “Cuestiones Internacionales”, en la página editorial, cuya periodicidad era irregular. En esta columna se refirió a las relaciones del país con Perú y sus respectivas diplomacias, dados los sucesos generados por la guerra y sus secuelas; el acuerdo de Ginebra, el Pacto de Río y sus diversas interpretaciones.
En el ámbito europeo se ocupó de la evolución que había tenido la diplomacia, sus métodos y la concepción en sí misma. Escribió sobre situaciones específicas, como la cuestión chino japonesa, la guerra europea, los tratados de comercio, entre otros temas.
Además, traducía y comentaba artículos internacionales. Habría que resaltar la traducción de un artículo de La Ilustración Francesa, publicado en El Tiempo. Lecturas Dominicales, bajo el título de: “La república de Checoslovaquia. Una entrevista con el general Vladimir Klecanda”.
También escribió sobre Hitler, del cual hizo un retrato físico y psicológico, publicado en El Tiempo. Lecturas Dominicales el 8 de julio de 1934, p. 12, titulado: “Hitler o la ambición”.
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Es posible que varias de las columnas de Rafael causaran disgusto a algunos lectores por la manera franca como daba su punto de vista sobre la política internacional y sobre los hechos que se estaban presentando en Europa, en especial con el ascenso del fascismo.
Antes de retirarse de El Tiempo, Rafael inició su columna: Un Día Tras Otro que no tuvo periodicidad regular ni permanencia. Aparecía especialmente los martes, a partir de agosto de 1942. En esta nueva columna se puede apreciar que el objetivo era tocar temas cotidianos y del ámbito político y económico nacional como: “el problema del pan”, “la importación de trigo”, etc.
Así comienza Rafael la columna del 30 de agosto de 1942:
Me parece que uno de los más graves problemas a que tendremos que enfrentarnos, una vez pasada la actual época de emergencia, es la de volvernos a descubrir nosotros mismos, volver a ser lo que había sido, regresar al ritmo de vida que nos es peculiar, pensar de nuevo según nuestro criterio, nuestra sensibilidad, nuestro sistema de comprender las cosas y de encontrarles el significado y una utilidad.
Y esta entradilla tenía como objetivo hacer reflexionar a sus lectores sobre las publicaciones periódicas del país, pues, entre otros motivos, la revista de mayor circulación era extranjera y, además, en ella no se incluían autores nacionales, no tenía ideas nuevas sino ya “digeridas, trituradas, servidas para su asimilación sin esfuerzo y sin defensa”, escribió Rafael.
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Años cuarenta: El Liberal
Fundado en Bogotá por Rafael Uribe Uribe en 1911 dejó de circular en 1917. En los años treinta, por corto tiempo, renació con secciones nuevas. Su última etapa y más prolongada ocurrió desde 1938 hasta 1951. En esta etapa, el periódico reunió importantes firmas del mundo académico, político y cultural.
Desde diciembre de 1942 hasta agosto de 1943, Rafael Guizado mantuvo la columna semanal Un Día Tras Otro en la página editorial de El Liberal (Bogotá). Esta guardó el mismo espíritu y estilo de su origen en El Tiempo: temas de actualidad, opiniones directas expresadas a través de frases breves, matizadas con figuras literarias, humor o tonos irónicos, todo lo cual las hace de agradable lectura.
Dada la importancia de El Liberal y las polémicas que sus páginas levantaban de tiempo en tiempo, Rafael retomó temas internacionales como, por ejemplo, la “desacertada política” exterior colombiana al negarse a entablar relaciones con Rusia; las relaciones Colombia-USA, sobre Hitler, Mussolini e Italia, España, entre otros.
Rafael escribió sobre los cambios culturales que se percibían en las nuevas generaciones por influencia de los Estados Unidos. Sobre la política interior, las prácticas arraigadas en épocas preelectorales, la publicidad, las expresiones populares y culturales, las manidas preguntas de los periodistas en las entrevistas, la jornada continua en el trabajo, para los empleados, que se establecía como una novedad, etcétera. Igualmente, hace reflexiones amargas sobre la cantidad de páginas que la prensa dedica a los toros, mientras que abandona el análisis del arte, la cultura y el teatro. Lea al respecto una de sus columnas:
Clic aquí. El Liberal, 19 de marzo de 1943, p. 4.
Guizado se refiere también al papel de los escritores dentro de la sociedad y la política. Comenta libros y obras literarias; el premio Pulitzer recibido por Thornton Wilder. Como aquí importa más su pensamiento sobre el teatro, sus autores y representaciones escénicas.
Lea en Museartes las siguientes columnas, sobre Molière, Paul Claudel y Jean Giraudoux:
L’ecole des femmes. El Liberal, marzo 25 de 1943, p. 4.
L´annonce faite a Marie. El Liberal, marzo 30 de 1943, p. 4.
La anunciación a María de Paul Claudel, presentada por la Compañía de Louis Jouvet
La Judith de Giraudoux. El Liberal, abril 9 de 1943, p. 4.
El arte escénico colombiano, en general, forma parte de sus disquisiciones y su pensamiento está revelando, asimismo, el de algunos intelectuales y artistas de la época. El carácter polémico y original se nota desde el primer párrafo del siguiente artículo:
El teatro da actualmente su batalla decisiva en el campo del espectáculo, y nosotros deseamos intervenir en ella, según se deduce de todo el revuelo de comentarios, proyectos, recuerdos, quejas, insinuaciones que desde hace cerca de un año viene volcándose sobre el lector de periódicos. Pero nuestra intervención está planeada por lo bajo, como un simple esfuerzo de voluntad…
Lea el artículo completo: El Liberal, abril 12 de 1943, p. 4
En otra columna aplaude los esfuerzos de la Compañía de Ópera Nacional que inició temporada en el Teatro de Colón. Temporada a la cual el público acudió a pesar de los comentarios parcos de la prensa capitalina. En uno de sus párrafos, Rafael escribe:
La discreción de ese grupo y el esfuerzo individual de los artistas son ejemplares; parece como si cada uno de ellos se hubiese propuesto ganar la voluntad del público con un esfuerzo de inteligencia que le obliga a ser modesto en su actuación, reconociendo sus naturales limitaciones, pero demostrando sus dotes artísticas… El público no acepta ser complaciente hasta el punto de aplaudir lo que no le emociona en materia teatral […]
Lea el artículo completo: El Liberal, mayo 27 de 1943, p. 4.
Después de nueve meses, Rafael se retiró de El Liberal y un tiempo después declaró que: “mi retiro de la redacción del diario obedeció al deseo de ser consecuente con mis ideas sobre política interna que estuvieron en determinado momento en abierta oposición con las que animaban al periódico, y que son las mismas que hoy me llevan a figurar en las filas de la Alianza Nacional Revolucionaria […]” (1944).
Años cuarenta: Vida. Revista de Arte y Literatura
La revista Vida, publicada por la Compañía Colombiana de Seguros, había nacido en los años veinte, y desde sus inicios en ella habían confluido importantes firmas de escritores, artistas, dibujantes y fotógrafos.
Durante varios años, el pintor Santiago Martínez Delgado había dirigido Vida. Revista de Arte y Literatura. Por política empresarial, la revista cambió su formato y diagramación, y se comenzó a distribuir de manera gratuita entre los clientes de la Compañía. Para esta segunda época, se nombró a Rafael Guizado director y editor. A su vez, el escritor Álvaro Mutis, director de Relaciones Públicas y de Publicidad de la Compañía, pasó a ser jefe de redacción.
Era el momento de Rafael para poner en práctica sus ideas sobre el contenido de una publicación periódica nacional, de carácter cultural, tema que había tocado en algunas de sus columnas periodísticas. Aunque es necesario acotar aquí que, dado el carácter institucional de la revista, él debía tener unos parámetros entre los cuales se podía mover.
Bajo la responsabilidad de Rafael se publicaron 14 números. El #1, correspondió a junio y julio de 1946.
Años sesenta: El Heraldo(Barranquilla)
El periódico tiene dos periodos: el primero, el de su nacimiento el 28 de octubre de 1933 como una pequeña empresa, de tendencia liberal, que quería servir al país y a la ciudad como órgano del partido. El segundo periodo se inicia cinco años después, marcado por su crecimiento y amplia circulación en la Costa Atlántica. Con el paso de los años, el periódico ha tenido sucesivas actualizaciones tecnológicas.
La columna de Rafael Guizado en El Heraldo la llamó Coloquio, y la mantuvo durante un tiempo, en especial después de jubilarse, cuando vivió en Cartagena de Indias.
Como su nombre lo indica, Rafael establece una conversación breve con sus lectores; su tono es más íntimo y personal, en comparación con anteriores columnas. En ellas quiere llamar la atención de su “interlocutor” sobre sucesos regionales, o sobre algún desastre aéreo de grandes proporciones y la forma como es cubierto por la prensa, la programación de televisión, la política nacional, la costumbre de los funcionarios públicos de poner placas en obras públicas que están obligados a hacer (“plaquitis” llama Rafael a esta vanidosa enfermedad), sobre la discutible reacción presidencial por informes críticos de organismos internacionales sobre derechos humanos, etcétera.
Lea tres de sus columnas en las que trata sobre programas de televisión, el Partido Liberal y la vanidad de los funcionarios públicos.
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